el marxismo y la cuestion nacional

Cuando éirígí (palabra que en irlandés significa ‘levantense’) se fundó en Abril de 2006, sus miembros fundadores lo hicieron plenamente concientes de la importancia histórica de su decision de fundar una nueva organización, así como de la larga y difícil lucha que tenemos por delante para alcanzar nuestro objetivo de construir una República Socialista Irlandesa.

Federico Krutwig es autor de "La cuestión vasca", escrito en 1966, texto indispensable para entender el derecho de autodeterminación

Dice Lenin: “El derecho de autodeterminación de las naciones significa exclusivamente el derecho a la independencia en el sentido político, a la libre separación política de la nación opresora. Concretamente, esta reivindicación de la democracia política significa la plena libertad de agitación en pro de la separación, y de que ésta sea decidida por medio de un referéndum de la nación que desea separarse”. (Obras Completas, t. XXII, p. 158).


En vez de la radicalización democrática, tenemos el culto a la personalidad, el sectarismo, el partido-maquinaria, el burocratismo, nuevas formas de privilegio político y económico, el doctrinarismo de izquierda y su seguidismo ideológico.

Lo esencial en la formación de la nación es la creación de sólidos vínculos económicos comunes y la solución, sobre esta base, de los problemas económicos y sociales que interesan a todo el pueblo. Tal comunidad se establece sobre un territorio integral, y se fortalece y avanza gracias a la comunidad de lengua de los individuos que pueblan dicho territorio.

A fines del siglo xix y a principios del siglo xx el capitalismo alcanzó su más alto y último desarrollo del imperialismo y entró en la era de la revolución proletaria. El hombre que continuó la gran labor de Marx y Engels en las nuevas condiciones históricas fue V. 1. Lenin.

La emancipación nacional, como las otras conquistas de la democracia nada más se puede solucionar mediante la acción de las grandes masas populares dirigidas e impulsadas por el proletariado” [Andreu Nin, Socialisme i nacionalisme]. Más tarde Izquierda Comunista, antes de su unificación con el BOC para formar el POUM, publica en la Batalla (nº 82) publica sus“Tesis sobre la Cuestión de las Nacionalidad” donde se propugna una solución política para el problema nacional: la UNIÓN DE REPÚBLICAS SOCIALISTAS DE IBERIA.

Tanto Maurín como Jordi Arquer seguían el criterio de las tres fases de la cuestión catalana: burguesa/monárquica, pequeñoburguesa/republicana, y finalmente la obrera/socialista. Para ellos, y también para Nin, esta última se iniciaba después de 1934 a condición de que la clase obrera se unificara por un proyecto de hegemonía. Un primer bosquejo de este esquema ya fue formulado por Maurín en 1931 en La Batalla y, de manera más detallada en su obra, Hacia la Segunda Revolución (1935), que sería reeditado años más tarde como Revolución y contrarrevolución en España, y que es seguramente, el trabajo más elaborado sobre la revolución española de los años treinta.

“La defensa delderecho a la autodeterminación de Lenin es el ABC para un marxista. Pero después del ABC, el abecedario tiene más letras y un niño que repite constantemente“ABC” no demostrará mucha inteligencia” [Alan Woods]

A finales de 2007 el gobierno de Kosova pretendía decalrar la independencia“unilateral”. Por su parte, Serbia quiere vetar dicha declaración, la UE pretende presionar sobre Serbia y, en última instancia, Rusia vuelve a aparecer políticamente en los Balcanes. ¿Qué es lo que ocurre? ¿Es posible la“autodeterminación”? ¿Quién dirige los hilos en los Balcanes.?

Un articulo de Federico Krutwig, aparecido en la revista Branka en 1966 con el título de “Nacionalismo revolucionario”, iniciaba la serie de ensayos sobre la aplicación de esta forma de lucha antiimperialista a la realidad vasca. Entre esa fecha y 1970 la revista Branka, animada por Txillardegi y Krutwig, debatió amplia aunque también restrictivamente por las circunstancias de clandestinidad, este asunto que tomó el nombre de Frente Nacional Vasco. Finalmente, será la V Asamblea de ETA (1966-67) quien logrará incorporar al bagaje doctrinal vasco, por medio de los hermanos Etxebarrieta, los fundamentos básicos de este tipo de nacionalismo. 

España: es un estado colonialista. El estado español, en coordinación con la UE y otros estados “de nuestro entorno”, no ha dudado en echar basura y tierra encima de las reivindicaciones nacionales internas, por medio de la difusión de discursos anti-nacionalistas, tales como que “las fronteras ya están dejando de tener sentido”, “la globalización económica es el fin de las banderas y de los apegos a la territorialidad”, etc

“La dirección del Partido oficial (el PCE) no ha hecho nada absolutamente por crear en Vasconia, en Galicia y en Andalucía un movimiento de independencia nacional íntimamente ligado a la clase obrera revolucionaria (...) Nosotros somos partidarios ardientes de la independencia de Cataluña, de Euskadi, de Galicia, de Andalucía, etc.

Asturies es una colonia interna del Estado Español, como escribió Carlos X. Blanco, (http://www.lahaine.org/b2-img/asturies__colonia.doc). En ese sentido deberíamos articular acciones revolucionarias que tiendan a destruir el actual conglomerado ideológico que sostiene al Poder.

La construcción nacional debe pasar por la superación de ciertas enfermedades infantiles del nacionalismo, que en nuestro País consistirá necesariamente en:

Aun cuando el capitalismo acapara ciertos sectores importantes de la vida «nacional», se muestra insignificante con relación a la agricultura. Algunos islotes industriales aparecen en el océano peninsular, donde pulula una población rural movida por el instinto de la propiedad privada, al lado de la masa amorfa de los trabajadores industriales, inconscientes en su mayoría y carentes de un sentido político de clase.

El proceso de naciones nuevas (Ej: las americanas), como de naciones viejas (Ej: europeas), siempre esta precedido de nación económica como factor que potencia la utilización de la existencia de las demás causas (cultura, origen, lengua, historia…) y se retroalimenta de ellas para conseguir un fin.

No hay mayor error en el análisis de la realidad social que presentar una visión vaga y carente sobre la trascendencia y jerarquía del significado relacional

“Tampoco tienen razón los que aseguran que el internacionalismo de los principios marxistas, niega y contradice el nacionalismo progresivo y revolucionario, esto es, el nacionalismo que procura la satisfacción de las verdaderas necesidades nacionales, el logro de la efectiva liberación nacional”.

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